Concierto de DePedro en Escenario Santander.
Entradas aquí.
He pensado mucho en mi padre escuchando “El Pasajero” porque es un disco callado pero lleno de sonidos, un disco sencillo pero cargado de mundos, un disco contenido pero infinito, un disco donde no sobra nada, un disco mágico a veces, diferente a casi todo lo que escuchamos, un disco que crea su propio lenguaje sonoro y literario. Eso es sorprendente: el inconformismo, la búsqueda constante de Jairo Zavala, su universo, alcanzan aquí una unidad, una coherencia y sobre todo una profundidad, una belleza, absolutamente emocionantes y transformadoras. No eres el mismo después de sumergirte en “El pasajero”.Dice Jairo que su pasajero no tiene nada que ver con el de Iggy Pop. No es el conductor, no lleva las riendas, es un observador que disfruta en el viaje, que sobrevive al viaje, aprende en el viaje, se hace viaje. Ese pasajero pueden ser miles de personas con las que Jairo se cruza en su recorrido incansable por el mundo. Esas personas que persiguen su día, su esperanza, que miran, esos invisibles a los que canta en una de las canciones más perfectas del trabajo: “Déjalo ir”, un tema desnudo que invita a escuchar a los que no escuchamos.