Concierto de Obk y Mamba Beat en Escenario Santander.
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Jordi Sánchez ( Málaga 21/09/68) y Míguel Arjona (Barcelona 21/02/68) se conocieron practicando atletismo en San Felíu de Llobregat a principios de los años ochenta. La admiración de Jordi por grupos como Depeche Mode y demás bandas de synth-pop británicos le llevó a componer algunas canciones en inglés y soñar con formar un grupo, compartiendo sus ilusiones e inquietudes musicales con Míguel y otros 2 amigos para formar el grupo “Oberkorn”, cuyo nombre tomó de un tema instrumental de Depeche Mode. Posteriormente el grupo quedó reducido a ellos dos, reduciendo también el nombre, que finalmente quedo en “OBK”. Jordi se encargaría de todo el proyecto musical (voces, composición, producción y dos o tres letras en cada disco) y Míguel sería el teclista y autor de la mayoría de las letras del grupo, que a partir de ese momento serían en castellano.
Con toda la ilusión del mundo y una maqueta, fueron desfilando de discográfica en discográfica, hasta que afortunadamente tuvieron su recompensa en el año 1991, cuando firmaron su primer contrato con Blanco y Negro Music, discográfica independiente que hasta ese momento se había dedicado a la publicación de discos recopilatorios y música dance. El 23 de octubre de 1991 consiguen publicar su primer álbum, Llámalo sueño. El single elegido fue “Déjame comerte”. Sin embargo, las radios de la época, por propia iniciativa, empezaron a radiar la cara B del single, “Oculta realidad” que finalmente se convirtió en el primer sencillo oficial de OBK. La pobre producción, a cargo de Viborilla, no fue impedimento para que el disco se convirtiese en un éxito de público y ventas, gracias sobre todo a la frescura de sus melodías y a la melancolía de sus letras. Su segundo single, “De qué me sirve llorar” sirvió para que el nombre de OBK empezara a ser conocido. Pero fue en aquel verano del 92 cuando se produjo la explosión de OBK con su tercer single y, probablemente, el tema por el que OBK será recordado: “Historias de amor”. Luego vendría el 4º y último single de aquel disco, “La princesa de mis sueños”, una balada piano-voz que es otro clásico de la discografía de OBK. Las ventas de Llámalo sueño alcanzaron las 400.000 copias, algo asombroso para unos debutantes. De hecho, sólo Alejandro Sanz, ese mismo año, superó en ventas a OBK con un álbum de debut.